Desde buffers y medios de cultivo celular hasta series de dilución y blancos, el agua del laboratorio está presente en cada experimento. Dada su amplia utilización, cada laboratorio necesita una fuente confiable de agua de alta calidad. Pero, ¿por dónde empezar? En esta publicación, compartiremos las 10 cosas más importantes para tener en cuenta al elegir un sistema de purificación de agua.

1. Conceptos básicos del agua de laboratorio

Antes de comenzar la búsqueda de un sistema de purificación de agua de laboratorio, es importante conocer los conceptos básicos. ¿Cuáles son las impurezas comunes en el agua y cómo afectan a los experimentos? ¿Cuáles son las diferentes tecnologías de purificación de agua de laboratorio? Nuestro nuevo libro electrónico, “Una Guía para Agua de Laboratorio de Alta Calidad”, es una excelente fuente para estos temas, incluyendo los tres grados estándar de agua de laboratorio:

• Tipo 1: Agua ultrapura
• Tipo 2: Agua general o pura
• Tipo 3: Grado primario, pura o agua por ósmosis inversa

2. Aplicación

La pureza del agua que necesitas depende de su aplicación. Por ejemplo, el agua utilizada para lavar utensilios de vidrio no necesita ser tan pura como la utilizada en una técnica analítica como HPLC. En general, necesitas agua Tipo 1 para aplicaciones altamente críticas o sensibles, mientras que el agua Tipo 2 será suficiente para aplicaciones menos críticas o sensibles.

3. Uso diario

Tu sistema de agua debe suministrar el volumen de agua que tu laboratorio necesita cada día. Sin embargo, no recomendamos adquirir un sistema significativamente sobredimensionado.

4. Entrada de agua

¿Qué fuente de agua alimentará tu sistema de purificación de agua? Si tu entrada de agua es del grifo, entonces debes usar un sistema de pretratamiento o un sistema combinado para obtener la pureza deseada de agua de laboratorio. Si ya cuentas con una fuente confiable de agua Tipo 2 o Tipo 3, entonces puedes utilizar un pulidor final para obtener agua ultrapura Tipo 1. Conocer qué tipo de entrada de agua tienes te ayudará a elegir el sistema adecuado.

5. Almacenamiento de agua

Los procesos de pretratamiento del agua, como los que utilizan ósmosis inversa, pueden ser muy lentos. Los sistemas de tanques permiten almacenar agua purificada para un acceso inmediato. Mientras que los depósitos de almacenamiento tradicionales requieren limpieza rutinaria para evitar la contaminación, opciones como la tecnología Bagtank de Arium®, con bolsas desechables, simplifican enormemente este paso.

6. Facilidad de uso

No subestimes el impacto diario del diseño y las características de experiencia del usuario (UI) en tu sistema de purificación de agua. Las pantallas táctiles grandes y claras, los accesos directos a funciones comunes y las opciones de dispensación controladas por volumen o tiempo, ayudan a simplificar la dispensación.

7. Espacio

¿Cuánto espacio tienes en tu laboratorio? Contar con opciones flexibles de instalación te ayudará a aprovechar eficientemente el espacio. Elige sistemas que ofrezcan diseños compactos además de opciones de instalación en mesa, montaje en pared y bajo o dentro del banco de trabajo. Además, los puntos de dispensación satelitales, como los ofrecidos con los sistemas Arium®, ocupan poco espacio, al tiempo que amplían considerablemente el acceso.

8. Conectividad

El monitoreo de datos y la documentación son importantes en entornos de laboratorio regulados. Si necesitas acceso a información sobre tu agua de laboratorio, asegúrate de que sea fácil recuperar datos de tu sistema con una impresora conectada o tarjeta SD, y busca monitoreo en tiempo real a través de un cuaderno de laboratorio electrónico (ELN).

9. Mantenimiento

Los sistemas de purificación de agua para laboratorio requieren limpieza y mantenimiento regulares para ofrecer un rendimiento confiable día tras día. Investiga sobre contratos de servicio y los servicios de soporte técnico ofrecidos por el fabricante. Delegar estas tareas a los expertos liberará tu tiempo y ayudará a prolongar la vida útil del instrumento.

10. Costo

Además del costo del instrumento en sí, debes considerar el costo de los accesorios, los requisitos de pretratamiento y los consumibles, como cartuchos de repuesto. Los contratos de servicio son un costo opcional, sin embargo, el mantenimiento profesional siempre es una inversión valiosa.

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